domingo, 30 de enero de 2011

Estrategias para mejorar las destrezas de la redacción

Luego del análisis del instrumento de recolección de información aplicado a los estudiantes pertenecientes a la muestra, logramos acumular elementos suficientes para proponer algunas estrategias, que puedan contribuir a subsanar las dificultades detectadas en cuanto a la redacción.
Práctica de la lectura analítica:
Esta estrategia consiste simplemente en la lectura sistemática, diaria y controlada. Puede ser de cualquier tema del agrado del lector, pero lo deseable es que el material de lectura tenga relación directa con la disciplina objeto de estudio del alumno. Para efectuar la lectura analítica recomendamos los pasos siguientes:
1) Seleccionar el material de lectura.
2) Disponer como mínimo de quince a veinte minutos diarios.
3) Disponer de un lápiz o creyón, preferiblemente bicolor.
4) Ubicar la idea principal en cada párrafo.
5) Subrayar las palabras nuevas o cuyo significado se desconozca.
6) Separar las palabras objeto de duda, buscar su significado y anotarlo.
7) Comparar las acepciones dadas por el diccionario con el sentido dado por el autor al texto que se lee.
8) Determinar la intención del autor y el estilo utilizado.
Desarrollo de la redacción:
Igual que en cualquiera otra actividad intelectual, para desarrollar una redacción coherente, que cumpla con la finalidad propuesta, se requiere seguir un orden lógico y sistemático. A continuación proponemos los pasos más importantes para redactar un escrito:
1. - Planificación de la redacción
En esta primera fase recomendamos establecer un plan que involucre el tema sobre el cual se escribirá., documentarse en base al tema objeto de la redacción y elaborar una lista de las partes más importantes de las cuales constará el escrito.
2.- Elaboración de la redacción:
La planificación previa de la redacción prepara para determinar el contenido acerca del cual se escribirá. Es recomendable elaborar un borrador en base a un esquema planteado en la planificación.
Algunos autores recomiendan tener en cuenta que esta etapa consiste solamente en ampliar las ideas y exponerlas en oraciones completas, sin preocuparse mucho de la corrección ni del estilo. Lo más importante en esta etapa es darle forma, mediante la escritura, a nuestras ideas.
3.- Revisión de la redacción:
Consiste en la aplicación de una especie de auto evaluación, por lo cual se recomienda disponer de un tiempo prudencial para llevarla a cabo. Se sugiere dejar reposar el texto y luego leerlo como si se tratara de someter a la crítica el trabajo realizado por otra persona. Otra estrategia válida y efectiva es dárselo a leer a un colega, para tener una segunda opinión, mucho más objetiva que la del autor del texto y además se podrá contar con un punto de referencia.
Queda al juicio del autor del escrito la corrección que le dará el acabado final al trabajo redactado, sea éste un informe, un artículo para una revista especializada, una monografía, un trabajo de ascenso o una tesis. La corrección debe incluir la revisión del estilo, la coherencia lexical, el tipo de vocabulario usado y la ortografía.

Actividades sugeridas para el mejoramiento de la lectura

Un aspecto de suma importancia, y el cual debemos aprovechar al máximo para desarrollar en los estudiantes el interés hacia la lectura y por ende al mejoramiento de la comprensión lectora, es el afectivo. Mediante el desarrollo de la investigación realizada pudimos comprobar que el uso de material relacionado con la carrera profesional que sigue el estudiante influye notablemente en el interés por la lectura y en el aprovechamiento de la misma. A continuación presentamos las actividades que realizaron los estudiantes pertenecientes al grupo de investigación:
1. Ejercicios preliminares:
Esta es la llamada parte preparatoria. El objetivo fundamental es lograr que los alumnos piensen y se interesen por el tema que será tratado en el texto que se disponen a leer. La única clave que se le proporciona al estudiante es el título de texto; con esta información en la mano, el siguiente paso fue documentarse acerca del posible contenido de la lectura tomando como base el título previamente dado.
2. Ejercicios libres de vocabulario:
En la aplicación de esta estrategia se les pidió a los estudiantes que seleccionaran una serie de palabras de un texto dado. Se les dio total libertad de selección, en el sentido de que tomaran las que más captasen su atención o interés. Para la realización de los ejercicios de vocabulario se les permitió a los alumnos el uso del diccionario. Con la realización de este ejercicio a lo largo del desarrollo del trabajo investigativo observamos su utilidad para la ampliación del vocabulario y para el mejoramiento de la ortografía.
3. Ejercicios para desarrollar la síntesis: para la realización de este tipo de ejercicios aplicamos los pasos siguientes:
a) Identificar las partes de un texto: estas partes están representadas por las ideas o cadenas argumentales. A medida que se avanzaba, se les recomendó a los estudiantes anotar las ideas que de acuerdo a su opinión sintetizaran el contenido de cada uno de los párrafos leídos.
b) Analizar la inter - relación de las ideas localizadas: en este paso los alumnos aprendieron a reunir los elementos necesarios que les proporcionaron indicadores acerca del significado del mensaje y de la intención del escritor. Recomendamos para el desarrollo de esta etapa la utilización de los gráficos o los cuadros sinópticos.
c) Expresar la idea clave del texto: este paso resultó difícil para muchos de los estudiantes de la muestra, pero con la práctica constante pudo subsanarse esta dificultad y al final pudo lograrse. El poder expresar el contenido de un texto por medio de una idea clave es una demostración máxima de la capacidad de síntesis, de ahí derivamos la utilidad de esta estrategia.
d) Expresar la idea clase del conjunto de ideas del texto: la reunión de todas estas ideas produjo los ejemplos de las síntesis realizadas por los informantes.
e) Reconstruir: consiste en la re - escritura de las ideas más importantes expresadas en el texto, en forma resumida, con la utilización de las propias palabras del lector.

Estrategias de lectura

La lectura consiste en un trabajo activo en el que el lector construye el significado del texto a partir de su intención de lectura y de todo lo que sabe del mundo... de todos los conocimientos que lleva hacia el texto desde antes de empezar a leer y de los que pone en el texto mientras lee.
Los lectores se acercan a los textos con propósitos definidos: entretenerse, informarse sobre un tema específico, encontrar placer estético, etc. Este propósito estará vinculado con el tipo de lectura que realizará.
El proceso de comprensión de cualquier lector consiste en acercamientos progresivos al texto, mediante los cuales va elaborando hipótesis que luego rechazará o confirmará definitivamente.
Dentro de este proceso se pueden distinguir varias etapas:
Lectura de aproximación o pre-lectura
En esta etapa, entre las estrategias que el lector desplegará aparece la de interpretar las claves del paratexto.
Recordemos las clases de paratexto:
Paratexto a cargo del editor
Elementos icónicos (que organizan la lectura y a veces amplían o aclaran la información) Ilustraciones, gráficos, esquemas Diseño tipográfico y de tapas Bloques tipográficos (columnas, epígrafes) Paginación y márgenes
Elementos verbales (que se encuentran en torno al texto) Tapa, contratapa, solapa Primera plana de los diarios Colofón, con el nombre de la imprenta, fecha de impresión, etc.)
Paratexto a cargo del autor
Elementos icónicos (que organizan la lectura y a veces amplían o aclaran la información) Gráfica, diagramas, mapas, cuadros.
Elementos verbales (que se encuentran en torno al texto y cumplen la función de anticiparlo o comentarlo). Título, dedicatoria, epígrafe, prólogo, epílogo, glosario,  notas y, a veces, el índice
Enseñemos a nuestros alumnos a tener en cuenta estos elementos del paratexto, ya que son estrategias de lectura que le servirán para anticipar el contenido del texto. El título, por ejemplo, suele adelantar información acerca del tema o del género de la obra. Cuántas veces para comprar un libro utilizamos estas estrategias, o también cuando buscamos rápidamente información relevante sobre algún tema en alguna biblioteca.
El índice muestra la organización interna del texto, indicando capítulos, subtítulos; los alumnos tienen que aprender a utilizarlo para buscar información relevante.
Si el índice es alfabético no tendrán problemas para utilizarlo, excepto los alumnos de Nivel Inicial. Si el índice es temático, tendremos que pedirles que observen si su organización es paralela o jerarquizada.
Si es paralela los alumnos tendrán que leerlo desde el principio para buscar la información que realmente precisan. Si es jerarquizado, los temas aparecerán agrupados debajo de algunos títulos. Tendremos que hacerles reparar en la clase de letra, el tamaño y el color. Leerán con detenimiento los títulos hasta encontrar uno dentro del cual piensen que está el subtema que buscan.
El prólogo cumple diferentes funciones: resume o explica el contenido del texto, destaca su importancia; describe a veces cómo compuso el autor la obra, etc.
El epígrafe (cita de otro autor) suele encabezar el texto o cada capítulo y es un comentario anticipado de lo que el lector va a leer o un concepto de otro autor que justifica y otorga autoridad al escrito.
La tipografía, los colores utilizados, también ayudan a transmitir expresión al texto, destacando palabras o frases (lo vemos fundamentalmente en la primera plana de los diarios). Consideramos de fundamental importancia que los materiales utilizados por los alumnos conserven su formato original o, en el caso de tratarse de fotocopias, estén acompañadas de los paratextos correspondientes (tapa, contratapa, índice, etc.)
Si buscamos libros que contengan alguna información específica para un trabajo de investigación, exploraremos índices, títulos, portadas, etc. Si queremos profundizar en la comprensión del texto, destacaremos las notas a pie de página, las ilustraciones, los esquemas y gráficos, etc.
El trabajo de observación de paratextos, tanto de los elementos icónicos como de los verbales, se puede comenzar desde Nivel Inicial. Tanto en la biblioteca del aula como en la de la escuela podemos organizar juegos con los más chiquitos, los que todavía no saben leer:
Explorar las tapas de enciclopedias o revistas informativas y observar las imágenes: Cuáles serán los libros que nos cuentan sobre la vida de los animales, cuáles sobre las plantas, etc. Los podemos dividir en grupos y darles diferentes consignas:
. Explorar los libros y buscar:
. El que tenga el título más largo o el más cortito
. El que tenga más colores en sus tapas
. El que tenga fotos del autor o autora en la contratapa y datos sobre su vida
. El que tenga mayor número de páginas
. El más chiquito de la biblioteca o el más grande de todos
Otra de las estrategias de anticipación que el lector desplegará en esta etapa será la de predecir la información que contendrá el texto de acuerdo a su formato o estructura esquemática.
Según el tipo de texto que abordemos, la organización del contenido tendrá una estructura o formato diferente. Cuanto más conozcamos acerca de la manera de organizar un texto, más y mejor podremos comprenderlo y también producirlo.

Diseño de estrategias

Para el diseño de las estrategias tendentes al mejoramiento de la capacidad lectora, consideramos necesario tomar en cuenta dos aspectos fundamentales de la lectura, como lo son la percepción visual y la comprensión del contenido objeto de la lectura. Blay (1984) nos refiere que en lo concerniente a la lectura, la percepción significa la captación visual de las palabras escritas. En la medida en que esta capacidad de captación sea más rápida y segura, la percepción será perfecta.
Existen condiciones materiales y psicológicas que inciden en la realización de una lectura adecuada, eficaz y provechosa. Arrieta-Meza (1997) ofrecen algunas sugerencias válidas, las cuales fueron aplicadas en el desarrollo de la cátedra Taller de Lengua Castellana a estudiantes de Idiomas Modernos, con resultados satisfactorios. Entre las más útiles y prácticas están las siguientes:
Determinación del propósito de la lectura:
El tener claramente definido el objetivo que se busca alcanzar mediante la lectura influye notablemente en el aprovechamiento de la misma. Existe una gran diferencia entre la lectura de textos científicos, de alta especialización, y la lectura de una novela, de un informe o de un periódico. Cada uno de estos tipos de textos reviste su importancia dentro de sus respectivos géneros, pero el propósito es distinto en cada caso.
Cuando se lee un texto científico requerimos información precisa acerca de una disciplina determinada; al leer un periódico también buscamos información, pero ésta varía en un rango tan amplio como el número de secciones de las cuales conste el diario que se lea (página deportiva, crónica social, sección de política, informes económicos, crónica de sucesos, arte, moda, cocina, entre otras).
Además de la determinación del propósito de la lectura, el lector necesita plantearse el reto de unos intereses nuevos, puntos de vista diferentes y la información que requiere obtener. Sin estos retos previamente establecidos, el lector perdería gran parte de su tiempo en divagaciones. La eficiencia en la lectura es el principal reto que todos nuestros estudiantes deben plantearse, enfrentar y superar.
Disposición del ambiente para la lectura:
Para realizar una lectura eficaz y provechosa se deben tomar en consideración dos aspectos fundamentales: (1) las condiciones ambientales y (2) las condiciones psicológicas (Blay, 1984).
1.- Condiciones materiales: involucran el ambiente físico del sitio donde seleccionado para ejecutar la actividad de lectura. En el ambiente físico propicio para la lectura intervienen ciertos factores como la iluminación del local donde se lee, la ventilación y el tipo de muebles requeridos.
El mobiliario también reviste la importancia, puesto que asegura la comodidad del lector, quien disfrutará la lectura y obtendrá mejor provecho de ésta. Se recomienda un asiento mullido, una mesa o escritorio donde apoyarse y algunos lápices resaltadores para las notas importantes.
Otro aspecto a considerar en lo referente a las condiciones ambientales propicias para la lectura es la ventilación; se deben evitar situaciones de frío o de calor extremas que incomoden o distraigan al lector.
2.- Condiciones psicológicas: Independientemente del tipo de lectura que se realice y del objetivo trazado, los aspectos psicológicos, tales como el estado de ánimo, el grado de atención y las tensiones físicas pueden influir considerablemente en la eficacia de la lectura. Esto se debe a que tales factores inciden a su vez tanto en la percepción (factor fundamental) como en la concentración y en la comprensión.
Para el diseño de las estrategias conducentes al mejoramiento de la lectura hemos tomado como punto de partida el trabajo realizado por Wiriyachitra (1982), específicamente en cuanto a la lectura de textos científicos. Debido a que los escritos de carácter científico presentan cantidades considerables de ideas, su lectura requiere una dedicación y un esfuerzo mayor que en el caso de la lectura catalogada como ligera e informal.
A continuación proponemos algunas sugerencias que conlleven al mejoramiento de la lectura y de la ortografía entre nuestra población estudiantil:
Clarificación del propósito de su lectura: Johnson (1966) plantea que los aspectos determinantes en el establecimiento de los propósitos de la lectura, influyentes en la adopción de un método de lectura eficaz se basan en:
·  La forma y el contenido del material determina el enfoque dado por el lector.
·  La responsabilidad del lector hacia el producto que aspira lograr mediante la lectura.
·  Las condiciones bajo las cuales se lee, pueden modificar los planes previamente establecidos y las respuestas específicas.
Atendiendo a la naturaleza del propósito del lector, existen varios tipos de lectura, a saber:
·  Lectura con el propósito de comprender, organizar y retener información detallada puntual.
·  Lectura para extraer ideas principales.
·  Lectura para encontrar, examinar, y seleccionar material que luego puede ser utilizado para estudios más exhaustivos.
·  Lectura para ampliar el campo de información.
·  Lectura recreativa.
La determinación previa del propósito de lectura contribuirá de una manera significativa en el aprovechamiento de la misma; de este modo se trabaja con un plan determinado, lo cual evita las divagaciones y la pérdida de tiempo, para este plan sugerimos las actividades siguientes:
Disposición de un ambiente físico adecuado: En el ambiente físico intervienen factores claves como la iluminación, la ventilación, el mobiliario, entre otros. Un ambiente físico adecuado contribuye al mejoramiento de la concentración del lector y a prevenir el agotamiento.
Mayo (1989) señala que aún cuando no siempre resulta fácil mantener el control adecuado sobre los factores personales y externos que inciden directamente sobre el rendimiento global de la lectura, es recomendable determinarlos.
Consulta al diccionario: La consulta en el diccionario es muy productiva, ya que además de aclarar las dudas semánticas, contribuye al aprendizaje de nuevos términos y se adquiere seguridad cuando se tenga la necesidad de utilizarlos.
Lectura frecuente: Lo ideal es consultar varios autores, lo cual proporciona la oportunidad de comparar estilos y aprender nuevas palabras, su ortografía y sus usos.
Verificación de la ortografía: Luego de hacer un trabajo escrito, ya sea éste un informe, un reportaje o una tarea en general, es recomendable revisar la ortografía de las palabras acerca de las cuales se tengan dudas, a fin de evitar cometer errores.
Conviene hacer referencia a Cadenas (1985), quien sostiene, muy acertadamente, que la vía natural para el aprendizaje de la lengua es la lectura. Esta opinión es unánime entre los profesionales dedicados al campo de la lingüística general y la enseñanza del castellano.

Dificultades en la lectura

A través del estudio investigativo realizado pudimos constatar algunos rasgos característicos de los estudiantes universitarios, relacionados con los hábitos de lectura y con la comprensión lectora. En la muestra seleccionada pudimos constatar los siguientes:
·  Desconocimiento de las propias deficiencias en la lectura. En las conversaciones preliminares a la aplicación de la prueba, la mayoría de los estudiantes expresó no tener dificultades en la lectura.
·  Tendencia sub - vocalizar, es decir, a darle forma a los labios de acuerdo al punto de articulación fonético de las palabras iniciales de un texto. Esto se observó incluso cuando se realizó lectura silenciosa.
·  Desconocimiento de la utilidad del diccionario y de las técnicas para su uso.
·  Los estudiantes que utilizaron el diccionario, en la mayoría de los casos tomaron la primera acepción de las palabras objeto de búsqueda, sin tomar en consideración el contexto en el cual éstas eran usadas.
·  Dificultad para seguir instrucciones orales y por escrito.
Con respecto a la sub-vocalización, algunos autores, (Salasco, 1982) y (Araujo Caraballo, 1993) entre otros, no la consideran como una deficiencia o problema, ya que mediante estudios investigativos demostraron que aún los estudiantes más aventajados en lectura presentaron esta tendencia cuando se enfrentaban a material escrito con contenidos desconocidos para ellos. En la investigación que reportamos en esta ponencia observamos que esta tendencia produjo cierta hilaridad en el grupo.
Entre las dificultades detectadas ha llamado mucho nuestra atención el alto porcentaje de estudiantes que demostró no poder seguir instrucciones, ya fueran éstas orales o escritas. Relacionando el principio de integración planteado por Perelló y Peres, esta dificultad es uno de los síntomas de analfabetismo funcional.

Niveles de comprensión lectora

En el proceso de comprensión se realizan diferentes operaciones que pueden clasificarse en los siguientes niveles:
1.    comprensión literal, donde se recupera la información explícitamente planteada en el texto y se la reorganiza mediante clasificaciones, resúmenes y síntesis;
1.    comprensión inferencial, que permite, utilizando los datos explicitados en el texto, más las experiencias personales y la intuición, realizar conjeturas o hipótesis;
1.   comprensión crítica, mediante la cual se emiten juicios valorativos;
1.    comprensión apreciativa, que representa la respuesta emocional o estética a lo leído.
1.    comprensión creadora, que incluye todas las creaciones personales o grupales a partir de la lectura del texto.
Leer literalmente es hacerlo conforme al texto.
Podríamos dividir este nivel en dos:
Lectura literal en un nivel primario (nivel 1)
Se centra en las ideas e información que están explícitamente expuestas en el texto, por reconocimiento o evocación de hechos. El reconocimiento puede ser:
De detalle: identifica nombres, personajes, tiempo y lugar de un relato; de ideas principales: la idea más importante de un párrafo o del relato; de secuencias: identifica el orden de las acciones; por comparación: identifica caracteres, tiempos y lugares explícitos; de causa o efecto: identifica razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.
Realizamos entonces una lectura elemental: seguimos paso a paso el texto, lo situamos en determinada época, lugar, identificamos (en el caso de un cuento o una novela) personajes principales y secundarios; nos detenemos en el vocabulario, las expresiones metafóricas. Muchos de los fracasos en la escuela responden al desconocimiento del léxico específico de cada disciplina (por ejemplo el lenguaje matemático) o a la interpretación de ciertos vocablos dentro de determinado contexto. El alumno tiene que adiestrarse en el significado de los vocablos y cuál es la acepción correcta de las que figuran en el diccionario de acuerdo al significado total de la frase en el cual se halla incierto.
Lectura literal en profundidad (nivel 2)
Efectuamos una lectura más profunda, ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las ideas que se suceden y el tema principal, realizando cuadros sinópticos, mapas conceptuales, resúmenes y síntesis.
La mayor parte de estas técnicas son más adecuadas para textos expositivos que para textos literarios.
2.- Nivel Inferencial
Buscamos relaciones que van más allá de lo leído, explicamos el texto más ampliamente, agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial será la elaboración de conclusiones. Este nivel de comprensión es muy poco practicado en la escuela, ya que requiere un considerable grado de abstracción por parte del lector. Favorece la relación con otros campos del saber y la integración de nuevos conocimientos en un todo.
Este nivel puede incluir las siguientes operaciones:
. Inferir detalles adicionales, que según las conjeturas del lector, pudieron haberse incluido en el texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;
. Inferir ideas principales, no incluidas explícitamente;
. Inferir secuencias, sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera terminado de otra manera;
. Inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o caracteres y sus relaciones en el tiempo y el lugar. Se pueden hacer conjeturas sobre las causas que indujeron al autor a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;
. Predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente o no;
. Interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto.
3.- Nivel Crítico
Emitimos juicios sobre el texto leído, lo aceptamos o rechazamos pero con fundamentos. La lectura crítica tiene un carácter evaluativo donde interviene la formación del lector, su criterio y conocimientos de lo leído.
Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad. Los juicios pueden ser:
1. de realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean o con los relatos o lecturas;
2. de adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de información;
3. de apropiación: requiere evaluación relativa en las diferentes partes, para asimilarlo;
4. de rechazo o aceptación: depende del código moral y del sistema de valores del lector.
La formación de seres críticos es hoy una necesidad vital para la escuela y solo puede desarrollarse en un clima cordial y de libre expresión, en el cual los alumnos puedan argumentar sus opiniones con tranquilidad y respetando a su vez la de sus pares.
4.- Nivel Apreciativo
Comprende las dimensiones cognitivas anteriores. Incluye:
1. respuesta emocional al contenido: El lector debe verbalizarla en términos de interés, excitación, aburrimiento, diversión, miedo, odio;
2. identificación con los personajes e incidentes, sensibilidad hacia los mismos, simpatía y empatía;
3. reacciones hacia el uso del lenguaje del autor.
4. símiles y metáforas: se evalúa la capacidad artística del escritor para pintar mediante palabras que el lector puede visualizar, gustar, oír y sentir.
Si el texto es literario, tendremos en este nivel que referirnos también a los valores estéticos, el estilo, los recursos de expresión, etc., pero este es un aspecto que requiere lectores más avezados, por lo que se aconseja practicarlo en cursos superiores.
5.- Nivel Creador
Creamos a partir de la lectura. Incluye cualquier actividad que surja relacionada con el texto: transformar un texto dramático en humorístico, agregar un párrafo descriptivo, autobiografía o diario íntimo de un personaje. Cambiar el final al texto, reproducir el diálogo de los personajes y, dramatizando, hacerlos hablar con otro personaje inventado, con personajes de otros cuentos conocidos, imaginar un encuentro con el autor del relato, realizar planteos y debatir con él, cambiar el título del cuento de acuerdo a las múltiples significaciones que un texto tiene, . Introducir un conflicto que cambie abruptamente el final de la historia, realizar un dibujo, buscar temas musicales que se relacionen con el relato, transformar el texto en una historieta, etc.

¿Qué es leer?

Leer consiste en la comprensión de un mensaje codificado mediante símbolos; dichos símbolos generalmente están representados por letras o cifras. Esta definición nos puede resultar abstracta e incompleta, en cierto modo, cuando abordamos el tema del analfabetismo total frente al analfabetismo funcional. El primero consiste en la carencia de preparación (sistemática o asistemática) y el conocimiento necesario para descifrar un texto escrito. El segundo se refiere a la pérdida de la destreza de lectura previamente adquirida. Este fenómeno puede ser producto de un entorno cultural muy limitado y del consecuente desuso.
El analfabetismo funcional hace inútil el dominio de las destrezas básicas y presenta el riesgo de contribuir al empobrecimiento personal del individuo, debido a que éste se aleja cada vez más de la información disponible en los textos escritos. Esto nos conduce a enfatizar la importancia de cultivar los hábitos y el gusto por la lectura. Aprender a leer es la primera etapa del proceso, le sigue a ésta una labor constante de desarrollo y ejercitación de la capacidad lectora.
Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura... el significado del texto se construye por parte del lector. Esto no quiere decir que el texto en sí no tenga sentido o significado... Lo que intento explicar es que el significado que un escrito tiene para el lector no es una traducción o réplica del significado que el autor quiso imprimirle, sino una construcción que implica al texto, a los conocimientos previos del lector que lo aborda y a los objetivos con que se enfrenta a aquél.